viernes, 23 de octubre de 2009

INTELIGENCIA EMOCIONAL

El avance en la investigación de las funciones del cerebro y de sus respectivas conexiones neuronales, ha permitido un mejor conocimiento de su interacción con las diferentes estructuras y áreas cerebrales que gobiernan nuestros estados de ánimo: iras, temores, pasiones, alegrías, etc. favoreciendo el desarrollo de la IE.
Uno de los objetivos fundamentales de la IE, es el poner de relieve las limitaciones del denominado Coeficiente Intelectual (CI). Los defensores de este modelo, consideran que el CI, es una capacidad genética e innata que no puede ser modificada. Por tanto, el destino de las personas se halla de antemano determinada por la aptitud del CI.
Frente ha ello, el modelo de la IE, sostiene que el CI no es el único factor que indica la capacidad del sujeto humano, ya que existen toda una serie de habilidades que se pueden aprender, basadas en los sentimientos y las emociones: el autocontrol, el entusiasmo, la automotivación, la empatía, etc.
D. Goleman. Se trata de explicar cómo pueden ser controladas emocionalmente muchas de nuestras actividades, y porqué en ocasiones podemos ser tan racionales y en otras tan irracionales.
El objetivo es dotar de inteligencia a la vida emocional, adquiriendo hábitos emocionales para saber dominar los impulsos negativos, comprender los sentimientos de los semejantes y manejar de forma amable nuestras relaciones.
Cuando se produce una pérdida de control de la emociones, se desencadena en el sistema límbico del cerebro una reacción antes de que la información llegue al neocortex o área del cerebro pensante. La función del sistema límbico es importante en la vida emocional, ya que está ligado con los afectos y las pasiones y asume el control antes de que la parte del cerebro pensante haya tomado una decisión.
Con ello se destaca que el sistema emocional puede actuar sin la participación del neocortex, albergando recuerdos e impresiones y efectuando respuestas, de las que no somos plenamente conscientes.

Las conexiones entre el sistema límbico y el neocortex o área pensante del cerebro, constituyen el centro de gravedad de los conflictos y los acuerdos entre el corazón y la cabeza, entre los sentimientos y los pensamientos. Esta conexión es básica para tomar decisiones inteligentes en la vida emocional. La interrelación del sistema límbico con el neocortex o área pensante del cerebro, constituye el núcleo neurobiológico de la IE.

No hay comentarios:

Publicar un comentario